El salto de obstáculos es una disciplina olímpica que consiste en superar a caballo un recorrido preestablecido de varios obstáculos, construido con barras, sin cometer ninguna falta. Pueden imponerse penalizaciones por la demolición del obstáculo, por la negativa del caballo a adelantarlo o por el exceso de tiempo concedido al completar el recorrido. Las pruebas se disputan según varias escalas: contrarreloj, caza, potencia, con cronómetro, etc., y se clasifican en diferentes grupos según las alturas, que oscilan entre 0,20 m. y 1,60 m.